la vecina viene a por azucar y se va con leche...
Mi vecina y yo tenemos un código propio con el que nos entendemos de maravilla, solo con decir "hola, vengo a por azucar", es suficiente para saber que quiere que le eche un polvo y obviamente lo único que va a sacar de mi ese dÃa es un chorreón de leche en su boca que flipas. Vecinitas como estas son las que necesitan los solteros ¿verdad puritanos?, tÃas abiertas y liberales que no quieren más complicaciones que las de follar, si la vida fuese asà de fácil está claro que serÃamos las personas más felices del mundo, ainnnnnssssssssss.....