Probando la máquina folladora al lado de la vendedora
La rubia se ha comprado una máquina folladora y la va a probar en casa con la vendedora para que le indique cuál es la mejor manera para gozar de la técnica de la nueva tecnología... Tumbada en pelotas encima de la cama, la rubia deja que la polla mecanizada vaya directa a entrar a su coño, frotándose la cerda mientras la máquina hace su trabajo taladrándola, subiendo el ritmo de los movimientos para acabar explotando de placer encantada con su nueva adquisición.