vendedor a domicilio + madura infiel = polvazo
Las matemáticas no fallan tĂos y cuando una fĂłrmula es exacta no hay vuelta de hoja, es asĂ y punto. Si un apuesto vendedor a domicilio visita a una madurita de esas que se casan con viejos millonarios y están mal folladas, el final es siempre el mismo: polvazo que te criĂł y el comienzo de un romance que durará hasta que la milf se busque otra polla que le guste más, evidentemente seguirá casada para mantener su nivel de vida, pero pollas catará muchas. Yo creo que todos los que hemos trabajado alguna vez a puerta frĂa nos habremos imaginado algo parecido a lo que vais a ver hoy, pero evidentemente solo unos pocos afortunados materializan esos pensamientos. Este tipo de trabajo es duro puritanos pero creedme, a veces merece la pena pasar frĂo y penurias porque follarse a una mujer asĂ no tiene precio.