viejo putero taladra a joven prostituta
Uno de los inconvenientes de ser prostituta es que tu cliente tenga una verga de más de centímetros y no avise, claro, no va a pedir por teléfono los servicios de una señorita de compañía y le va a decir: ¡¡¡Ahhhh!!!, Se me olvidaba, que tengo la polla como un brazo... El poder adquisitivo de este mulato era alto y se llevó a la chica a dar un paseo en su barco, imaginaos lo que se le pasaba por la cabeza a la joven: "a este tío me lo tengo que camelar porque como le guste me retira", hasta que se bajó los gallumbos y supo que la siguiente hora iba a ser dura, muy dura.