Pecadora al máximo nivel
Le van a faltar días enteros para rezar si la viciosa monja quiere expiar todos sus pecados, masturbándose con el crucifijo con mucho morbo y pegándose con él en el culo por lo mala que es... Sin quitarse el hábito, juega a clavarse todo tipo de juguetes por el coño y por el culo, gozando de ellos hasta el fondo de cada agujero, lamiéndolos para probar sus jugos mientras lee la Biblia buscando el perdón por ser tan puta.