dos bocas mas que alimentar en el convento
Lo de ponerse el crucifijo colgando de las pelotas mientras se follaba a las monjas ha sido lo más jajajajaja, mira que son cabrones... En fin, estas dos monjitas llegaron de una congregación lejana para echar un cable en la parroquia, había mucho trabajo que hacer y el Padre ya no daba a basto. Pese a que no suponían un gasto excesivo, con dos personas más en plantilla tocaba reestructurar los gastos semanales puesto que iban muy justos, al fin y al cabo no dejaban de ser dos bocas más que alimentar...