La ecuatoriana peluda consigue la polla que quiere
La ecuatoriana se pone nerviosa viendo el pollón que tiene apuntándole hacia la boca, pero se le quita la tensión cuando se lo mete en la boca y empieza a chuparlo, esforzándose en cada tragada en capturar un centímetro más de rabo. Después de la excepcional mamada, la fulana cabalga encima del tío que la taladra hasta el fondo del coño, abriéndoselo con los dedos para destrozarla a pollazos.