casado infiel con muy malas costumbres
Para mi, el adicto al sexo es como el adicto a la nicotina, ambas son adicciones y cuando terminas de darle al cuerpo lo que te pide piensas: juro que es la última vez y no pienso caer otra vez... hasta la próxima claro. Este es el caso del maduro que os presentamos a continuación ya que por mucho que quiera a su mujer y tenga claro que pasará el resto de sus días junto a ella, no puede evitar hacer una escapadita al burdel y que le hagan una buena paja con los pies, estará feo, pero qué gusto da.